miércoles, 23 de septiembre de 2009

Factores de riesgo

FACTORES DE RIESGO
Abordar los factores de riesgo en torno de la violencia y explotación sexual de
niños y adolescentes implica en reafirmar que se trata de un problema de
naturaleza compleja y multicausal, en el cual interfieren factores de orden
económico, social, cultural y político, que se reflejan en los procesos
educacionales, de salud, de disciplina, de organización familiar, entre otros.
Por tanto no es el caso de elaborar una relación de los riesgos existentes, que
seguramente son verdaderos, pero que no dan cuenta, aisladamente, de la
vulnerabilidad en que se desarrolla la violencia sexual.
Los factores de riesgos son procesos que se articulan como estructurales y
estructurantes en la construcción de relaciones de violencia, que amenazan o
producen efectivamente niños y adolescentes víctimas del abuso y explotación
sexual, tales como: desigualdad, inequidad, desintegración familiar, consumismo,
migración rural-urbana, discriminación, abuso sexual intrafamiliar, tráfico de
drogas y de seres humanos.
Mientras tanto algunos factores podrán ser destacados como elementos
fundamentales en esta articulación constituyente del fenómeno de la violencia
sexual.
El Silencio
El silencio, los secretos y sigilos que rodean el abuso sexual cometido por
familiares o personas próximas, descalifican las revelaciones verbales y no
verbales de las víctimas en nombre de fidelidad y de intereses de diversos
ordenes. La mayor parte de niños y adolescentes de la calle que se prostituyen
para sobrevivir ya fueron víctimas del silencio que envuelve la violencia sexual
intrafamiliar.
Por otro lado la sociedad adopta una postura de indiferencia o también de
tolerancia, culpando a las propias víctimas, dimensionando el problema al ámbito
privado y no como fenómeno social contradictorio en el proceso de formación,
civilización y evolución de la sociedad.
Es en la sombra de este muro de silencio que se crean y fortalecen las redes de
explotación sexual comercial, reafirmando la creencia de la impunidad.
La Pobreza
La pobreza, aunque no pueda ser considerada un factor de riesgo en si misma, ya
que las víctimas de la violencia sexual no pertenencen únicamente a los estratos
pobres, genera situaciones de privación y de vulnerabilidad que favorecen las
condiciones para la aparición de fenómenos como la explotación sexual de niños,
niñas y adolescentes.
La Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes en América Latina
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La pobreza extrema afecta decididamente las condiciones de vida de las familias,
que no encuentran alternativas de sustento para todos sus miembros, y obligada a
que un gran número de niñas y niños desarrollen estrategias de sobrevivencia en
las calles. En este espacio, por sí mismo violento, las alternativas que encuentran
no son muchas. Ellas navegan entre la delincuencia, como el tráfico de drogas y
las “gangues” del crimen, la prostitución que desencadena explotación sexual, u
otras formas de explotación laboral infantil.
No es sin razón que el Convenio 182 de la OIT considera la explotación sexual de
niños y niñas en la categoría de las peores formas de trabajo infantil y determina
acciones inmediatas para su erradicación.
La situación de pobreza, en los países en desarrollo, han sido agravadas con la
globalización de la economía, que es el caso de América Latina. Esta situación
coloca a la región en su más extrema vulnerabilidad por dejar a las familias pobres
cada día con más dificultades para suplir sus necesidades básicas. Así los niños
pasan a ser, necesariamente, absorbidos como elementos proveedores de sus
propias necesidades.
En estas condiciones, las niñas, principalmente, ganan el mercado como
empleadas domésticas, ambiente en que también son explotadas inclusive
sexualmente, y otros espacios marginales van surgiendo como alternativa, siendo
la explotación sexual un camino casi que regular. En esta trayectoria es que
actúan los criminales para traficar niños vía adopción ilegal, así como a través del
engaño de sus familiares, que venden sus hijos y contribuyen así a la expansión
del mercado del sexo por el mundo.
Educación
Las investigaciones existentes que trabajan el aspecto de la educación y
desarrollo intelectual de los niños, niñas y adolescentes víctimas de la violencia
sexual, dan cuenta de que la gran mayoría está por fuera del sistema regular de
enseñanza o en situación de atraso escolar. Aquellos que van a la escuela tienen
un bajo rendimento y más de la mitad repite más de una vez el mismo grado.
Asimismo, más de la mitad abandonan la escuela antes de completar el primer
ciclo escolar.
Por otro lado, estudios del área de educación y desarrollo personal indican que a
cada año de escolaridad que una persona alcanza en edad adecuada, aumenta en
torno del 20% sus chances de colocación en el mercado de trabajo. Esta
constatación denota el grado de riesgo de la falta de educación para las víctimas
de explotación sexual, pues están comprometiendo, de forma radical, las
posibilidades de futuro fuera de las mallas de la explotación, que no es solamente
sexual, como lo es el subempleo y la baja remuneración que obtendrán en el
mercado laboral cuando adultos.
La Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes en América Latina

Salud
Es inherente la práctica cotidiana de la explotación sexual vivir en condiciones de
alto riesgo para la salud física, psicológica, sexual y reproductiva.
No es raro que este grupo vulnerable padezca enfermedades de transmisión
sexual, VIH/SIDA, embarazo precoz indeseado, abortos provocados y no
asistidos, mortalidad materna, lesiones físicas, deficiencia en el crecimento (mala
alimentación, pérdida del sueño y peso), enfermedades alérgicas y respiratorias,
así como dependencia química, entre otras.
En el aspecto psicológico la depresión y la agresividad, son de alta prevalencia y
han sido responsables de muertes violentas y de suicidios.
Estos son algunos de los factores en el campo de la salud del niño, la niña y el
adolescente que pueden comprometer el desarrollo de una sexualidad normal y
sana y perpetuar la explotación sexual como forma de vida.
Aspectos Psicosociales
La ausencia de políticas públicas de protección social y seguridad para los niños,
niñas, adolescentes y sus familias, sumadas a la ausencia de una conciencia
crítica y de la constitutción de la ciudadanía acaba por no dejarlos percibir su
situación en el contexto de explotación. Esta realidad pasa a ser entonces
incorporada como condición necesaria de sobreviviencia y los explotadores pasan
a ser vistos como sus aliados y salvadores. Los niños, niñas y adolescentes
explotados asumen ser “culpables”, aunque son víctimas y toman los estigmas
que les son conferidos como parte de sus identidades reales.
A partir de entonces, pasan a vivir en el aislamiento de los "ghetos, con una baja
autoestima, avergonzados y desconfiados, internalizados en la violencia como
forma de resolución de conflicto, lo que dificulta sobremanera las pocas
oportunidades de rescatarlos para un posible proceso de rehabilitación.
Lo que se puede afirmar es que las redes existentes de protección y seguridad de
los niños, adolescentes y familias están fallando, abriendo espacios para las redes
de opresión, explotación y violencia que así obtienen la materia prima de forma
fácil para ampliar sus negocios violadores de derechos fundamentales y
deshumanizantes.
Aunque las otras modalidades de violencia, como el abuso sexual intrafamiliar,
tengan la misma gravedad y riesgos que la explotación sexual comercial, esta
última contiene factores adicionales de extrema importancia en virtud de que se
establece mediante relaciones de mercado y de trabajo y opera mediante redes
mundiales.
La Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes en América Latina

Por tanto, el aislamiento social, la pérdida de control, el abuso de drogas y
alcohol, la baja escolaridad y el desempleo, entre otros, constituyen factores
vulnerables a la proliferación de la corrupcción, de la impunidad, de la anuencia de
las autoridades y, consecuentemente, a la expansión de las redes nacionales e
internacionales de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes.
Por tanto, el aislamiento social, la pérdida de control, el abuso de drogas y
alcohol, la baja escolaridad y el desempleo, entre otros, constituyen factores
vulnerables a la proliferación de la corrupción, de la impunidad, de la anuencia de
las autoridades y, consecuentemente, a la expansión de las redes nacionales e
internacionales de explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes

ORGANISMO ESPECIALIZADO DE LA OEA
PROGRAMA DE PROMOCIÓN INTEGRAL
DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

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